Los edificios emblemáticos de Buenos Aires no solo son hitos arquitectónicos, sino que también se han convertido en activos de gran valor dentro del mercado inmobiliario. Inmuebles como el Palacio Estrugamou, el Palacio Los Patos y el Edificio Kavanagh continúan atrayendo a compradores que buscan propiedades con historia, prestigio y una ubicación privilegiada.
¿Quién elige vivir en un edificio emblemático? Ejecutivos, empresarios, inversores internacionales y apasionados por la arquitectura buscan estos inmuebles no solo por su valor patrimonial, sino también por su exclusividad. Vivir en un edificio con historia implica formar parte de un legado, en espacios que combinan diseño clásico con comodidades contemporáneas. La demanda de propiedades en estos edificios se mantiene alta porque ofrecen un diferencial único: historia, elegancia y una identidad propia que no se encuentra en desarrollos modernos.
Los precios de departamentos en estos edificios pueden partir de USD 2.800 por metro cuadrado, con valores que escalan según la vista, los detalles arquitectónicos y la exclusividad del entorno. Además del metro cuadrado, en algunas propiedades de alto valor se toma en cuenta el metro cúbico para calcular su precio, especialmente cuando se destacan elementos como: techos altos (más de 2,60 m) que generan mayor amplitud visual y aportan sensación de lujo; volumen adicional, que permite agregar entrepisos o maximizar el uso funcional del espacio; y ventilación y distribución térmica mejorada, atributos que suman valor en proyectos exclusivos o de diseño industrial, como lofts.
El costo de las expensas en edificios emblemáticos suele ser elevado debido a la conservación de fachadas históricas, pisos originales y detalles ornamentales. Además, estos edificios suelen contar con servicios premium, como vigilancia 24/7, jardines privados y amenities exclusivos, que refuerzan su atractivo pero también impactan en los costos mensuales. Más allá de los clásicos, Buenos Aires sigue incorporando edificios emblemáticos contemporáneos que redefinen el skyline de la ciudad. Entre ellos está, por ejemplo, la Torre Alvear en Puerto Madero, que es uno de los rascacielos más altos del país, con unidades de lujo y vistas panorámicas.
Al elegir una propiedad en Buenos Aires, las vistas y la historia del edificio son solo una parte de la decisión. Las prioridades cambian según el estilo de vida, las necesidades y los objetivos de cada comprador, ya sea para habitar o como inversión. Además, la identidad del barrio, con su oferta gastronómica, cafés y propuestas culturales y recreativas, suele ser un factor clave a la hora de definir dónde vivir. Todos estos elementos influyen en la creación de un entorno atractivo y funcional que eleva la calidad de vida de sus residentes.